jueves, 23 de agosto de 2018


UBICUIDAD DEL OJO ARTÍSTICO


A menudo me pregunto sobre la diferencia entre la pintura del XIX y la fotografía de la misma época, es decir, más que definir el matiz profundo, específico qué corresponde a cada una, qué consecuencias tiene ello para el cosmos que despliegan, qué inmediatez de mundo articulan, qué destino aguarda a cada forma de imágenes. La imagen pictórica representa la idea que tenemos de la realidad. La fotografía pretende presentarse como documento real de lo real, pero acaba por impregnarse de subjetividad a través del enfoque, de variaciones y velados, autoasignándose ineludiblemente significaciones estéticas nuevas. Un paisaje romántico es el retrato de la sensibilidad y del orden estético de una época, pero el daguerrotipo de un caballero o de una dama abren la puerta a lo insondable, el alma del hombre a través de su rostro.

Francisco Nieva defendía, ante la fama consagrada de los grandes autores, el valor y el encanto de los artistas menores o menos conocidos. Precisamente es en el ondulante y pundoroso siglo XIX cuando pululan, históricamente, por primera vez, tales autores que aplicándose a los géneros formales de la plástica producen el admirable  rosario de imágenes complementarias que faltaba a la producción de los autores más conocidos. Versiones de lo mismo, quizás, pero siempre interesantes y gratificantes al ojo que sepa disfrutar y abandonarse a ese disfrute.


El apilamiento barroco de ruinas históricas como motivo pictórico



Encantadora vista nocturna. La luna es el sol de la noche.


El sol dora los restos colosales del pasado.


Tranquilo cruzamiento de épocas: La Roma de ayer y la del momento



Los restos fantásticos del Imperio arropan al caminante

 

La bella naturaleza que nos toca admirar y conocer

 

Deliciosa y casi secreta estampa romántica amorosa: la pareja de amantes, casi el pie de los arboles de la izquierda.

 

Lo sorprendente de esta exquisita ejecución: la perspectiva.

 

Admirable imagen pintada por Daguerre, el inventor del daguerrotipo. Artista plástico y fotógrafo, convergencia notable de disciplinas cuando estas se encontraban menos distanciadas por la especialización futura.
 

Vívida imagen urbana. La pintura se interesa por nuevos paisajes, penetra en el dinamismo de la ciudad.

 

Influencia de la fotografía en la pintura. No sólo la elección del lugar, sino la distribución espacial, la posición y gesto de los personajes denotan  que el pintor se fijó en lo que sólo la fotografía podía revelar con propiedad.   

 

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