martes, 22 de junio de 2010


CONTEMPORÁNEOS EN POESÍA

Uno de los últimos proyectos surgidos con ocasión del Centenario Hernandiano ha sido el de editar una colección de libros de pequeño formato cuya intención es la de ser como un muestrario de los que por estos lares nos hemos comprometido con la palabra poética, acreditando cierta veteranía y experiencia editora. La idea parte de la Fundación Miguel Hernández - su hacedor concreto ha sido Víctor Sánchez Balaguer - y lo que se pretende es sacar a la calle 14 libros, los correspondientes a cada letra del enunciado conmemorativo "Año Hernandiano". La colección se llama Contemporáneos a mano, y su practicidad es doble: por un lado, brevedad y y facilidad de manejo, y por otro, la oportunidad de sumarnos de esta manera, poéticamente dosificada, al homenaje de nuestro ilustre paisano.
Los dos primeros microlibros en salir han sido Las llamas de los suburbios, de José Luis Zerón, y Margen Harmónico, cuyo autor es quien esta reseña escribe.
Algún amigo me ha criticado la intención pedagógica, es decir, la idea de hacer accesible, a estas alturas, la poesía a cualquiera, gracias a la brevedad y manejabilidad del volumen pequeño. Bueno. Si tan buenos resultados están teniendo los microrelatos en narrativa, es posible que pueda ocurrir algo más o memos semejante con la poesía. Por otro lado, no es eso lo que se persigue, precisamente, y en todo caso, de ello sólo se responsabilizaría el azar o la curiosidad puntual. La poesía no necesita de torpes defensores, está mucho mejor sin ellos, pero si gana algún lector ocasional, con toda seguridad será ese lector quien salga beneficiado.
Leer poesía puede significar desconectar de las ficciones enlatadas televisivas, de los discursos ideologizados, disfrutar de la fugitiva harmonía de unas palabras reunidas, escapar, paradójicamente, al paraíso verbal artificial más verdadero, ése en el que la expresión memorable, la confesión más entrañable se guarda como delicada joya única. Y leer a la gente que vive cerca de ti pone a las claras unas circunstancias vitales que quizá sólo de esa manera se hacen visibles y gratamente comunicables. Será un honor que con la inspiración de nuestro vate universal, esta colección cumpla con la divisa machadiana de "palabra en el tiempo".

1 comentario:

José Antonio Fernández dijo...

La poesía cuanto más accesible sea mejor y estos microlibros pueden ser una solución para llegar a un determinado público.
Lo considero una iniciativa interesante.
Un saludo.

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