martes, 3 de diciembre de 2013

INFLEXIONES


 




Tras hablar con un amigo budista me entero, por fin, de en qué consiste eso de “meditar”. Literalmente, meditar es no meditar: es decir, no meditar en algo o sobre algo, sino no meditar en nada. Volver el verbo intransitivo. Meditar es lo contrario de pensar. No es reflexionar sobre la nada ni sobre el vacío, ni sobre ningún especioso concepto. Lo de dejar la mente en blanco es liberarla del acoso de los significados, del rastreo obsesivo del pensamiento. Meditar es lo que hago cuando a la tarde, me subo a la azotea de mi casa, o lo que uno experimenta gratamente cuando se sienta frente al mar o escucha música. Le digo a mi amigo, que me propone utilizar esta “práctica” como cortafuegos para el stress,  que me considero inútil para llevarla a cabo. A mí me gusta todo lo contrario: tener la cabeza llena, atravesada de ideas, imaginaciones, conceptos. Es lo que me pone. No puedo ser budista. Soy barroco. Mi estado natural es estar continuamente atravesado por el mensaje de las formas y los matices.   




Burdamente, el cine y la fotografía son registros de imágenes. Anota Barthes que no es el cine sino la foto la que supone la gran revolución antropológica en la reproducción de la imagen del hombre. ¿Qué significaría, en este sentido, internet? Si la foto me muestra “esto ha sido”, y el cine alarga las circunstancias hasta elaborar un complejo mensaje multilinguístico- gestual, musical, verbal -  qué especificidad es la que le atañe a internet: cajón de sastre de todo lo que fue y de lo que es, de lo posible y lo imposible, de lo aberrante y de lo alternativo? Hoy es la novedad. ¿Qué jerarquía poseerá en el futuro sobre los distintos tipos de representación?

 





Encuentro en un apunte de Schopenhauer, lo que podríamos considerar como la condición que determinaría nuestros deseos frustrados de emprender un estudio positivo de todo lo que conceptuáramos como extraño e inexplicable y que debiera constituir la reflexión de partida obligatoria para todos los que pretenden convertirse en investigadores de lo paranormal:

"Un secreto inescrutable de la naturaleza, es decir, una conexión causal que se diera sin ser cognoscible, supone algo imposible de pensar, ya que cualquier objeto sólo es tal para un sujeto y sus leyes. Toda causalidad que fuera incognoscible y, sin embargo, estuviese ahí es algo que, simultáneamente, sería y no sería para el sujeto". (Escritos Inéditos de Juventud. Sentencias y Aforismos. 1814-1818)

 



Escalada de gritos. Nos quejamos de que algunos inmigrantes hablen fuerte por la calle. En los años sesenta, los franceses se quejaban de lo mismo con respecto a españoles e italianos. El escritor Edmondo De Amicis, escribe en 1878, sobre el barrio europeo de la ciudad de Pera, en Turquía:

"El europeo habla en voz alta, gesticula y bromea en medio de la calle; el musulmán se siente en casa ajena y pasa con la cabeza menos erguida que en Estambul". (Constantinopla, Ediciones Páginas de Espuma)


Frases soñadas: estoy alejado de mi causa

                  Sinfónica relatividad


 

1 comentario:

José Antonio Fernández dijo...

La nada absoluta no existe. Es un estado teórico, pues una mente en blanco ya exige un color. Creo que el vaciado mental se consigue con un pensamiento uniforme, el OM del Mantra, que no es que vacíe, sino que evita que el pensamiento se bifurque y lo direcciona en un punto. Eso hipnotiza, emborracha...

VIDEO DE MIGUEL HERNÁNDEZ

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