lunes, 2 de diciembre de 2024

ESCAPARATE MÍNIMO.



Diario Incompleto.

Rafael Azúar

 

A veces el buen pensamiento se encuentra más cerca de uno de lo que imaginamos. En una librería de ocasión, me encuentro con este diario de derivas poético-reflexivas del autor alicantino Rafael Azúar. Conocía su nombre, desde luego, pero confieso que esta ha sido la primera vez que tengo un libro suyo en las manos y lo leo con interés. La característica de este volumen es que data de 1972, fecha que se me antoja un tanto remota pero que, a un tiempo, me arroja en el recuerdo, a los fascinantes años setenta. Como digo el libro consta de textos de prosa poética y crítica literaria, sin fechar pero que pretenden ofrecerse como un diario literario. Siempre me sorprende el carácter transtemporal que ofrece el conocimiento, el manejo inteligente del lenguaje. En este año 72, España estaba en plena carrera hacia la modernización, aunque con un anciano Franco todavía presente físicamente. Todos los estereotipos sobre nuestro país estaban en furiosa actualidad. Todavía quedaba un poco para que se diera el salto al régimen democrático. Las posiciones reaccionarias eran potentes, así como la sacralización del generalísimo. Menciono estos aspectos porque poco o nada de esto es perceptible en un texto como el presente. La literatura ofrece tal espacio libertario para la discusión, facilita una dimensión tan plástica para el flujo de las palabras, que se nos antoja un búnker etéreo, inmune a las miserias y críticas del entorno. Leyendo estas páginas de Azúar, uno trasciende el tiempo, sobre todo el histórico, evitas soberanamente todo conflicto que pueda determinar la propia escritura. Quien ejerce la crítica libera mundos, quien crea a través de la palabra escapa de las limitaciones vitales, políticas y sociales. El siglo XX trajo con sus revoluciones la apertura ilimitada de los lenguajes. Azúar habla con precisión e inventiva de la palabra en el sueño, de tipos de imagen, de paisajes entresoñados más que divisados, de cómo escribía Rilke o Max Aub…

 

 





TEXTOS HERMÉTICOS

 

Esta colección de textos ha conocido en las últimas décadas unas cuantas ediciones, supuestamente, cada cual, mejor que la anterior en lo que respecta a la traducción y selección novedosa de fragmentos. Por tratarse de la actualización más próxima en el tiempo y contar con el trabajo y traducción de los mejores especialistas, esta publicación recientísima de los textos herméticos en Alianza, promete ser la candidata a una de las mejores versiones.

Incursionar en los textos antiguos del universo clásico o ligeramente posterior a esa época siempre resulta fascinador y sorpresivo. En nosotros la impronta cristiana simplifica o resuelve cuestiones cuyo aspecto secular, salvaje o directamente poético, hallamos en evolución multidireccional en el pensamiento griego o en la literatura latina. “Consultar” estos textos para rastrear los supuestos orígenes del pensamiento quizá no sea tan aconsejable como hacerlo con la intención de imaginar un futuro del mismo. Esta es una opción puramente poética que yo coloco por aquí. Teniendo en cuenta que estos fragmentos pueden leerse con cierta libertad interpretativa, que no dependen exclusivamente de  la formulación rígida de una doctrina visiblemente estructurada, y que tal libertad interpretativa, propicia como licencias legítimas las emisiones singulares de tal pensamiento, el contenido de estos textos se vuelve muy estimulante tanto para el pensador marginal como para la invención poética.  Me atrevería a decir que resultaría más ardua la implicación personal de quien profesara el hermetismo que la asunción intelectual de sus conceptos. Alguien dirá que instalarse en la mentalidad de aquellas gentes es imposible, pero no hablamos de asumir literalmente ningún saber sino de dejarnos seducir por la belleza de unos textos. Y es en ese código donde sí podríamos comprender o aproximarnos a una valoración de los pasajes del pensamiento hermético. La aventura moderna de los grandes movimientos plásticos y literarios se han mostrados permeables a una aceptación hermética de la comprensión del mundo. Hermético fue el simbolismo, el surrealismo, los geometrismos pictóricos, destacados trazos del pensar renacentista, grandes autores del siglo XX.

Yo recomiendo una lectura serena de estos textos, ahondando con la imaginación intelectiva en los puntos que nos parezcan más insólitamente sugestivos.      

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