POÉTICA
Hay que rescatar lo real de
la copiosidad de lo artificioso. Es preferible propiciar el poema antes que
diseñarlo.
Lo imaginado es legítimo si
estimula y descubre lo real.
Lo real no es - mezquinamente - lo realista.
Lo real debe comprenderse
tal y como lo evocaba Shelley o René Char, como lo que garantiza la veracidad
del poema.
Plañir por lo que podríamos
ser nos vuelve a enredar en la imposibilidad melancólica. Hay que incidir en la
potencialidad que se adivina en lo real, en lo que, de alguna manera, existe
ya.
Evocar lo posible lo hunde
en la invisibilidad. Lo posible debe palparse en el devenir que nuestro sueño
precisa o localiza, aunque no sea tan real como para que impacte contra lo que
se le opone hasta rebasarlo.
Escribir es dilucidar
balances, delimitar los meandros del suceso.
Lo real es multidimensional.
Ni depende de una sola interpretación ni se asigna a ninguna ideología.
Lo real consta de un
descubrir y de un paulatino explorar. Ningún discurso posee la exclusiva de su
definición.
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