En toda militancia hay una
especie de delirio, de irracionalidad.
Leyendo interpreto lo que
estoy leyendo que debo saber leer bien para poder saber interpretar bien
porque…
La alucinación que hace ver
como ideológica toda reacción ya se ha venido abajo en gran parte. Precisamente
porque la realidad ofrece giros y derivas que no admiten la linealidad ideológica
como definición irremediable e ineludible de las cosas. Es más, se hace
necesario, y sobre todo ante el panorama nacional e internacional actual,
sobrepasar, puntualmente, la ideología, doblegarla.
Que fluyan las cosas y los
mundos y las personas y sus opiniones y sus gestos y sus aventuras... En cuanto
pillemos o nos topemos con lo que podríamos conceptuar ineludiblemente como
signo, detengámonos para investigar, para
analizar, para descomponer, para comparar, para dilucidar, para
contextualizar…
La secuenciación de un
fenómeno es la historia de su acontecer.
¿Existe algún nacionalismo
democrático?
Un contemplativo es alguien
que respeta las cosas en modo superlativo sin ser caricaturesco.
Declaración de que si se
anulasen las autonomías, la multiplicidad de seres y temperamentos seguirían
existiendo dentro de la nación, dentro de España: “el pluralismo es verdadero
pero se cumple en el seno del monismo”. (Ontología, Juan Eduardo Cirlot) Se trata de la dialéctica del fragmento y la
unidad. Uno no puede pasar sin el otro, que lo compone y viceversa.
Lo obvio es que existe el
signo, que se está dando en los más diversos ámbitos. Lo que no es tan obvio es
qué significa, qué implica la presencia de estas alusiones densas y concretas.
Y a partir de aquí se inicia la labor de los especialistas, de los analistas
sociales, de los filólogos, de los filósofos. O sea, que la labor teórica sigue
siendo imprescindible.
En el artículo La belleza que figura en el volumen
publicado por Lumen, de Umberto Eco, A hombros de gigantes, el autor italiano habla de una distancia entre la obra de
arte y el sujeto que la disfruta. A diferencia de otras pasiones, podemos gozar
de una obra de arte sin poseerla, sin ser propietarios de la misma. Esta suerte
de curioso desinterés certifica, sin embargo nuestra delectación y nuestra
percepción reverencial de la obra. Resulta curiosa la similitud que este
detalle de la asunción de la obra artística ofrece con el famoso y numinoso
concepto de aura ideado por
Walter Benjamin. El concepto de Benjamin se refiere a la significación
profunda de la obra de arte, a su originariedad, a su naturaleza. La de Eco
alude a los usos y valoraciones del sujeto de los altos productos de lo
artístico. Distintas perspectivas sobre un mismo fenómeno que, sin embargo,
basan su valoración final sobre un mismo motivo: el distanciamiento respetuoso
del hombre frente al arte y el distanciamiento indefinible desde el que la obra emite su fulgor.
Amo a personas que no
existen. ¿Es esto una chifladura o lo más normal del mundo, qué futuro tiene
este tipo de amor?
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