miércoles, 17 de marzo de 2010



ADIÓS DINERO, ADIÓS...

Confieso que los políticos me parecen unos tipos bien raros. Los veo a años luz de mis gustos y del circuito de mis referencias, enclavados en no sé qué estrastosfera desde la cual emiten sus discursos previsibles, criaturas periféricas que, sin embargo, pueden incidir en la vida individual y en el seno mismo de la colectividad a la que uno pertenece, de modo determinante.
Si son ciertos los datos de los gastos que el equipo de gobierno de la alcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente, ha llevado a cabo en el curso de dos temporadas de mandato, entre el 2007 y el 2008, y que a través de un folleto rubricado por Los Verdes, el PSOE y el Centro Liberal Renovador, se nos han dado a conocer, independientemente del desconcierto y la irritación que se sienta, uno no deja de preguntarse sobre la extraña condición de los que ostentan el poder y su delirante capacidad de maniobrar y derrochar.
Ante esta lluvia de miles de euros, ¡millones de euros! cuyo destino lamentable el folleto explicita, - inversión en servicios ineficaces, comilonas glamurosas, eventos de autopropaganda, costes del modisto personal de la alcaldesa - yo, por un lado, me digo: con razón están la mitad de los ayuntamientos y las autonomías endeudados hasta las cejas, y, por otro, más personalmente, me pregunto, ¿y con tanto dinero manando alegremente por aquí y por allá, no hay un tiste euro para Empireuma, la revista que desde hace más de veinte años ha paseado el nombre de Orihuela por medio mundo y que tras casi todo ese tiempo de ninguneo local no le ha quedado más remedio que echar la toalla por inexistencia de subvenciones e indiferencia política?
La pequeña Mónica debe preguntarse, como lo hacía el personaje que tomaba el sol tranquilamente en un hamaca rodeado de basura, en la irónica portada del disco de los Supertramps: Crisis? What Crisis?
Confesaba el poeta inglés Auden que sólo había una clase de personajes a los que le gustaría ver humillados: a los poderosos, a los políticos, a todo individuo que ocupase, impumemente, un cargo de poder. Y yo confieso, a la vez, que ante el impudor y la arrogancia de ciertos políticos, mi fantasía secreta es muy similar a la de Auden.

1 comentario:

Joaquín Botella dijo...

Amigo José María:

Estoy convencido de que tienes toda la razón en tu crítica al gasto municipal de Orihuela, porque ¿por qué iba a se diferente ese ayuntamiento a cualquier otro de los muchos que mi profesión de Secretario-Interventor de Ayuntamiento me permite conocer, sea directamente, sea a través de las confidencias de mis compañeros? Así, pues, la mala gestión (cuando no corrupta) no es privativa del partido que malgobierna tu ciudad. Y también estoy convencido de habría que suscribir el mismo folleto, pero figurando como derrochadores quienes lo suscriben, si ellos consiguiesen el objetivo que pretenden con su difusión: quitar a quien ocupa la poltrona para sentarse ellos.

Valga lo dicho para el resto de esferas administrativas: Provincias, Regiones y Estado.

Con un amistoso saludo,

Joaquín Botella

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