LAS HAZAÑAS DE HÉRCULES
He rasgado las puertas de ónice,
He pulido los soles mercuriales,
He deshecho coronas de maleficios,
He plisado yardas de diamante,
He liberado la persignación acústica de las
albas,
He demorado el caudal de las horas,
He soñado tu conversión en cáliz y
relámpago,
He borrado la constelación de Andrómeda,
He batido rosicleres y odiseas,
He asistido al parto de lo que fluye,
He maniatado saberes y tempestades,
He descrito la bisectriz de tu sonrisa,
He dormido en el látigo de los
siglos,
He fluctuado como estrella deshabitada,
He sumado ánforas de oro al sueño de tus
cabellos,
He desechado las teorías de la muerte,
He contado las anfractuosidades del velo,
He inventado el día bajo los álamos,
He acostado la llama,
doblado el disco,
trizado el obelisco,
He inventado una circulación única del
tiempo,
He partido los doseles,
He drenado las balsas,
He compendiado las eras en el verso que
concurre,
He irrumpido en las alegorías como una
astilla sigilosa,
He simulado apocalipsis,
Disfrazado a la lluvia de rectángulo,
He canjeado pétalos por gemas
trémulas,
He bifurcado las ansias en marginales
tersuras,
He remontado mi nombre,
he dudado de mi resurrección,
He señalado las huellas de la lágrima
caída,
He ignorado la sentencia del desierto,
He rodeado las montañas,
He blandido harmonías y máscaras,
He señalado cauces de agua magnética,
He sitiado al verbo,
He roto planicies y albas,
He soñado este día,
He escrito mi mito,
He franqueado las fuentes y tu cuerpo,
He limpiado los mirtos,
descifrado tantas muertes,
cegado los laberintos.
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