Tras tantos años rastreando
librerías y ferias de ocasión, y, además ahora, con la extraordinaria ayuda
auxiliar de internet, cree uno que pocas sorpresas quedan por ahí esperando ser descubiertas. Pero no, el
universo de las editoriales antiguas, pequeñas o ya inexistentes, el universo
de los libros publicados es tan pululante y de límites tan extensibles que esa
sorpresa todavía es posible.
Mi somera investigación
este sábado pasado de los expositores que participan en la feria del libro de ocasión
de Murcia, obtuvo rápida recompensa, - tres
bocatto di Cardinale - quizá porque
todavía no habían acabado de instalar los puestos y las ventas apenas se habían
iniciado.
Crítica
de la inteligencia alemana. Hugo Ball
Ahora estamos
descubriendo la obra crítica y literaria de Hugo Ball. Son varias las
editoriales – Berenice, Acantilado, Cabaret Voltaire - que están publicando la novelas, panfletos y
obras históricas de quien apenas sabíamos que era el fundador del cabaret
Voltaire (los de la editorial rinden un homenaje a su motivo inspirador) y el
primero de los dadaístas. Con estas obras se nos está revelando la personalidad
sorpresiva de este anarquista, místico, poeta, dramaturgo, pianista y católico que
inicia su crítica al pensamiento moderno alemán diciendo que “Kant elevó el
látigo prusiano al rango de metafísica”. Hará unos dos o tres años veía en el
FNAC de Murcia la edición de una obra que desconocía totalmente: Crítica de la inteligencia
alemana. Creía que se trataba de una primicia editorial, pero antes de ayer
encontré este ejemplar de la misma obra, publicado por EDHASA en 1971.
Ramón Pérez de Ayala.
PEQUEÑOS ENSAYOS.
Qué poquísimas veces
falla la intuición. De Ayala no había leído nada. Lo único que sabía es que era
un raro entre los escritores de su época, cosmopolita e intelectual, de prosa exquisita y agudo
articulista. Apenas encontrarme con esta apretada selección de 100 artículos me
confié a algo más que a la mera curiosidad. Aliadófilos y germanófilos,
toreros, gitanos, Londres, Azorín, heterodoxos varios, la revolución rusa,
cuestiones retóricas, iberismos o reflexiones sobre la traducción son algunos
de los motivos que con fineza y mordacidad trata Ayala en sus artículos
convertidos en fugaces ensayos. El libro es de 1963.
ASKLEPIOS. Miguel
Espinosa.
Se trata de una lectura
que tenía pendiente y que, pensando el tiempo ya transcurrido desde mi
autopromesa, me avergüenza confesar. Miguel Espinosa es una de esas rarezas que
confirman la secreta riqueza que en la literatura de producción cercana en el tiempo y, sobre todo, en el espacio, nos aguarda. Asklepios es, como ya me dijera un amigo hace décadas, “una delicia”.
Una delicia órfica y clásica, que sólo se produce cuando entre el imaginar, el
pensar y el sentir se produce una luminosa convergencia. Apenas llevo 100
páginas de lectura y lo he subrayado todo. La edición, bien conocida por los
paisanos murcianos, es la de la Editora Regional de 1986.
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