LA
MAÑANA
Siento en la mañana
cómo la inteligencia estira sus venas
y va ensortijando las palabras nuevas,
cómo el cuerpo responde a la vibración de la luz,
y el concepto se inviste de divisas varias
que articulan su significado,
y se organiza el día
al son de los átomos y el deseo,
y todo va fluyendo en dirección única y múltiple,
impulsado por la clarividencia tranquila.
Cada reflejo define superficies,
liga espacios
y es la claridad el adjetivo de la hora que somos
Qué destino tendrá esta hora
que se emprende sin equipaje,
a dónde irá lo que hoy se viva.
Si memoria es el suceso
qué acontecimiento se hará digno de ella.
Multitudes
urbanas, alma solitaria,
puntos cardinales de la aventura
que rota en cada instante,
rosa de los vientos
- girando en la superficie
de un acto simple y decisorio.
El vértigo del día se difuminará
cuando caigan los copos de la tarde
y el cuerpo se suma en la fiebre
que lo borrará de toda historia escrita.
Entonces devendrá la meditación de los árboles,
el tiempo ejecutado.
Otros se aprovecharán
del universo, tras él, dilucidado.
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