CARTAS ERÓTICAS
Personalmente
no soy muy amigo de las series antológicas de cualquier tipo. Prefiero la edición
de las obras concretas del autor en cuestión antes que selecciones más o menos
peregrinas de sus textos. Haría una excepción con este libro, una jugosa selección
de las cartas eróticas de los más variados personajes universales de la política,
el arte, la literatura, la filosofía, etcétera.
El
hábil editor de estos fragmentos epistolares hace que las pasiones y las fantasías
de todo tipo se reúnan en el revelador e impúdico escenario de estas páginas, divididas
temáticamente.
Napoleón, Diderot,
Emilia Pardo Bazán, Leopoldo Lugones, Lewis Carroll, Emilio Prados, Fernando VII, Lola Montes,
Stendhal, Flaubert, Anais Nin, Apollinaire o Miguel Hernández son unos cuantos de los personajes en trance que
captamos con el morboso visor de la historia íntima.
Líderes
sociales cuyas peripecias hemos estudiado, autores literarios cuyas obras hemos
leído, autores plásticos cuyos cuadros hemos admirado, o bien compositores cuyas
piezas musicales hemos disfrutado se convierten a través de estas confesiones escritas
en celosos amantes o en convulsos posesos. El lúbrico desasosiego hace de todo respetable
ciudadano un electrizado adorador de Eros.
La explosión erótica se nos presenta, pues, como el agente más revitalizador imaginable de cuerpo, alma y mente, confirmando que no hay nada que nos identifique con más común y humana propiedad que la pasión amorosa.
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