jueves, 15 de abril de 2010


HILAS


La naturaleza sobreactúa en algunas tormentas


Necesitamos con frecuencia que se nos aclaren las cosas elementales


Qué glosamos: las certidumbres o las incertidumbres.


En el cuerpo de la virtud se aloja, como contrapeso virtuoso, un primor de disidencia


Allí donde se desenlazan las consecuencias de las inconsecuencias


El estrépito de la carcajada como cuando cae la vajilla al suelo


La rosa ahogada por sus propios pétalos


Irisamientos del acaso


La arena precisa y diseminada


Si hay algo en vez de nada, lo que hay debería conceptuarse como fantástico


Escritura: soy la articulación idefinida de lo semejante


No hay partícula advenediza salvo en la recopilación ansiosa


Los prismas se ignoran en la reticulación fatal del plano


Sólo busco el orden suntuoso de lo verbal



1 comentario:

José Antonio Fernández dijo...

Muy buen poema.
Como no encuentro otro sitio, felicito desde aquí a Empireuma, revista que hoy he descubierto su formato digital pero que disfruté en su momento en papel. Estoy hojeando los ejemplares que aún poseo( casi todos del 88) y que han sobrevivido a varias mudanzas, en fin, muchos recuerdos. Le tengo un cariño especial al nº 13, donde sale un extenso e interesantísimo apartado dedicado a René Char, que no conocí hasta ese momento y que vengo leyendo y releyendo desde entonces.
Nuevamente mis felicitaciones por saber mantenerse.
Un saludo afectuoso.

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