jueves, 4 de julio de 2013

FRAGMENTOS ADIPOSOS DEL HERMENEUTA (SELECCIÓN VERBORRÁGICA)


 
 
 
 
 

En las prolongaciones foráneas del discurso anidan excrecencias semánticas susceptibles de multiplicar sus potencialidades inoculándoselas por pura inercia a la dirección formal del fluido general de las proposiciones, por lo que, bajo el aspaviento contra la crítica, no yace sino una supersticiosa tendencia a admitir sacralmente toda adición lingüística, independientemente de que justifique o no su realidad conceptual, en lógico acorde con lo que originariamente se afirmó, cuando simplemente se daba curso a una aserción contrastada.

 


El vacío retorna sin haberse movido del sito, sin haber erosionado su potencialidad receptora.

 


En el eje de las verificaciones simples la abertura dialógica de los distintos sistemas supuso la integración más que anecdótica de la mirada hiperfilológica y de su índice de exámenes crecientes en la creación de un corpus rebosante de hallazgos discretos y untuosos rastreos semióticos.



La vívida intersección de ángulos sintagmáticos en la correlación de la delimitación de la substancia es una anécdota más del conjunto de las propiedades.




La indexicalización del mundo supone su conversión uniformante en catálogo, en lista de verificación pura de la realidad del objeto, aislado de sus relaciones dinámicas con los otros objetos también significantes.




Sobra lo subexpuesto. Es el impacto molecular del acontecimiento, más allá de toda representación eventual, es la exposición ligera de los matices lo que conforma el cuerpo posible y llama a la plenitud del dato.



 






 

La imaginación multiplica las propiedades de un objeto que ni siquiera existió.




Lo eximio en el emprendimiento de la IDEA es la posibilidad de que desde cualquier representación se dilucide una de las fibras sustantivas de lo que persiste sugerido en los alrededores del nombre.

 


En las avenidas de la palabra naufraga un cuerpo también incluido en la evocación clandestina. La fuerza del símbolo aquí es lo fúlgido de su recorrer objetos, deseos y deflagraciones del sentido.




El vacío es potencialidad de miríadas.



En el envés del folio, la escritura ciega del sueño.



Consignar la vastedad en unas sílabas, o más insólitamente, en una fórmula.




Necesitamos de un espíritu geométrico que se deslinde a placer de los planos y aristas que lo configuran.



 
 





Yardas léxicas en la recámara de un solo verbo.




Hay escrituras compulsivas con intenciones subrepticias y escrituras escuetas absolutamente provocadoras.




¿Se reconocen las propiedades de un objeto en el seno del objeto al que pertenecen?




El espacio es un Sintagma de sintagmas, un nido de sintagmas circulares, recurrentes, fragmentarios, conexos e inconexos, un sintagma jeroglífico sin fin.




El nombre ¿invoca un cuerpo?



La cohesión atómica configura finalmente un cuerpo cuya identidad depende de esa cohesión. Sus evoluciones por el espacio intelectual de la observación corresponden al desbrozamiento semiótico.




La percepción de cualquier objeto discrimina perspectivas y contextos de ese objeto. El objeto puede ser uno pero el abanico de las significaciones e implicaciones se multiplica con la laminación de la serie de los contextos perspectivísticos




Improvisé un acorde – excelente contradicción – y generé un mundo habitable por rostros y frondas. 

 

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