Sijé me hace recordar a Otto Weinninger: inteligencias precoces y trepidantes, un poco abrumadas por su propia pasión intelectiva, por su voracidad de palabras y conceptos, que desaparecen de la vida en pleno éxtasis intelectual, poco antes de que, quizás, modificasen o corrigieran sus directrices vitales y filosóficas. En Sijé, ambas cosas, palabras y conceptos, no se excluyen, son el mismo artilugio del pensamiento, pues el concepto se reviste de expresividad, y las palabras manan de una insistencia exploratoria, bañadas en poesía.
Lo que sigue es una primera selección de pasajes del sorpresivo: La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas (1935). Sijé pertenece a ese tipo de intelectuales que crea su propio lenguaje crítico. En ello radica tanto su encanto como los peros a su estilo. ¿Pero es que es poca cosa ser poseedor de todo un estilo propio que lo que me está diciendo es la imagen de mundo que ha elegido y en la que, íntimamente, vive?
AFORISMOS SIJENIANOS I
Conceptismo, forma
absoluta de expresión de nuestro estilo de vitalidad, iluminada por los
ángeles.
Romanticismo
es actitud primaria ante la vida, reflejo de la intimidad (la selva oscura de
la intimidad) y conceptismo, actitud
metafísica, superación, espíritu y estilo.
Creo que las artes
poético-plásticas son variaciones (re-elaboraciones) sobre media docena de
temas eternos, que pueden proyectarse en media docena de docenas de temas históricos.
Esta oscilación
creadora se llama crisis; una crisis del espíritu va a ser el romanticismo.
Persona
es quien vive dialécticamente la libertad.
Ningún sistema puede,
por tanto, resolver su problema radical sin verificar su transformación
personalista.
El romanticismo histórico,
en cuanto que es un movimiento naturalista de fantasmas, se presenta, ante
todo, como una protesta contra lo abstracto, contra la figura racional de lo
abstracto, y como una afirmación concreta del color.
La forma romántica como
melodía infinita
Qué lejana aquella
música como concepto, aquella música como lectura por los oídos.
La música clásica de la
palabra silenciosa es como una caída de sonidos sobre cristales, un paso de
pájaros sostenidos por sonidos.
Al lado de la “melodía
infinita” como tipo, está el poema
infinito.
Poema infinito es
desfiguración psicológica del cristal cúbico del poema
Las
pasiones concretas
Los fantasmas llegaron
a España cuando España era ya una nación de fantasmas
¿Para qué sirven los
sucedáneos políticos-formales de la realidad, llamados constituciones? Fantasma
es España; fantasma es el estado; fantasma es el pueblo; fantasma son el
pensamiento y las artes, fantasma es el tiempo y la muerte.
Las épocas clásicas del
pensamiento se caracterizan porque en ellas nunca han sido fantasmas ni los
poetas ni los filósofos. Época clásica del pensamiento es época de símbolos y
con los símbolos no pueden vivir los fantasmas.
El
sentido común nos trae siempre al problema de la incompatibilidad del mismo
sentido común y de la personalidad, o de la incompatibilidad del sentido común
y de la humildad metódica.
Balmes quería reducir
el romanticismo a un problema lógico.
Platón no es nunca un
platónico sino Platón; santo Tomás de Aquino no es nunca un tomista sino santo Tomás;
y Hegel no es nunca un hegeliano, sino Hegel. Balmes es ya un balmesiano.
La flauta que crea los
símbolos en la absoluta soledad de los sonidos desnudos.
El
concepto de España mismo es una posición romántica.
Palabras que digan
pedantescamente: yo me muero de tanto sufrir, en vez de decir humildemente: yo
me sufro de tanto morirme.
“Quien habla de la
razón sólo humana – dice Hegel – miente contra el espíritu”; por esto el
conceptismo antes de crear racionalmente formas busca la inspiración
intelectiva de lo real y el sentido de la misión de la inteligencia. Quien habla de la realidad sólo empírica,
miente, también, contra el espíritu.
Barroco es, en un
sentido amplísimo, forma sometida al
juego.
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