Según Umberto Eco, sabemos lo que un texto no quiere decir - por ejemplo, estamos seguros de que el Quijote no es un tratado de botánica - pero difícilmente lo que sí quiere decir. Tarea larga y ardua la de los hermeneutas (quizá no tan ardua y larga para los que aman la literatura, sin más).
Si un texto produce continuamente interpretaciones extrañas, caprichosas, aleatorias o erróneas, ¿en dónde localizamos la tara, en sus lectores o en el propio texto? Patata caliente para El Corán y sus "adeptos".
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