CUADERNILLO TRASCENDENTE
Si no te despides del
escribir, si no se atenúa esa pasión es que tu implicarte es ya duradero, es
que entiendes que a través de la escritura puedes dar un testimonio específico
sobre determinadas cosas, que en la palabras se aloja una memoria que reclama
ser relatada.
Que lo cuasi furtivo sea un
orden del sentir: militar en la pasión filosófica de la palabra….
El que San Juan de La Cruz
escribiera su famoso poema La noche
oscura en prisión, es decir, en un lugar opuesto radicalmente a toda
comodidad, a la esperanza y al bienestar físico, parece escenificar el conocido
enfrentamiento de los grandes principios opuestos. Concibo, imagino o alcanzo
un estado de bendición, un estado místico en condiciones literalmente opuestas,
desde la desolación de una cárcel. Esta situación anímico-espacial me hace
recordar algo anecdótico pero creo, significativo: cuando alguien que ha tenido
un accidente o ha sufrido el ataque de algún criminal y se encuentra herido de
gravedad y abandonado, y, súbitamente, experimenta un insólito bienestar y una
intensa luz le rodea como queriendo rescatarle de la muerte. San juan de la
cruz, en las tinieblas de la prisión espera un veredicto definitivo y emprende
la tarea de sumirse en un estado anímico de signo absolutamente opuesto al que
se encuentra realmente.
Inteligente frase de Santa
Teresita del Niño Jesús y mirada audaz de la santa en esta imagen, afirmándose orgullosamente. La frase indica
la inexistencia de contradicciones en su vida, la limpidez de su decisión de llevar
una vida contemplativa y distanciarse de lo mundano. Felizmente y para fastidio
de mortales envidiosos, ella cuenta con la secreta complicidad del mismísimo
Dios.
Estoy releyendo a René Char,
las Rubayat de Omar Kayham y corrigiendo la obra poética de un amigo ya
fallecido, Miguel Ruiz, que vamos a publicar unos amigos, y deleitándome en las
palabras de cada uno, en la poesía de cada autor, compruebo con gozo que cada
obra instaura un mundo que ni niega ni colisiona con el mundo de los otros. Todos
son soberanos. Cada libro me comunica un mundo lingüísticamente
autosuficiente, me promete un mundo de
belleza, de plenitud y ese mundo ocupa la tierra sin que esta se sature ni se
produzcan enfrentamientos territoriales ni semánticos. No son mundos autistas
pues han integrado la diferencia a través de la experiencia del amor, del dolor
y del pensamiento. Pero sus universos propios se me revelan legítimos
representantes del mundo.
Hasta que no aparecen Jung o
Freud, nadie habló con tanta propiedad, de modo tan específico del inconsciente
y sus problemas, aunque el concepto no escapara del conocimiento de médicos,
poetas y filósofos anteriores en el tiempo. Del mismo modo, hay horizontes,
piélagos que están por descubrir o por decirse, que esperan su representante
discusivo, su especialista, su vidente. ¿Cómo será la cultura en el año 3500?
Si hoy el mundo virtual ha integrado la desmaterialización del mundo
sustituyéndolo por una representación pura que no cuenta con la realidad sino
que construye una propia, qué tipo de
dinámica ostentarán los modos y las formas culturales, qué despliegue será el
de lo real, de qué naturaleza será, si existe como tal, la representación?
Paseo por las calles de
Orihuela tras el desastre de la riada de este año. Barro, polvo, montones de
enseres y basura a las puertas de las casas, y unas pérdidas que económicamente
se cifran en miles de millones de euros. ¿Es este un arrasamiento gratuito de
la naturaleza; se puede sacar del acontecimiento algún tipo de moraleja, de
enseñanza oculta; se adivina tras este caos la presencia elusiva de la
divinidad, o todo no ha sido sino efecto del puro azar? Los vecinos coinciden
en que lo más reseñable ha sido el comportamiento de los ciudadanos y su
solidaridad. Salvo este relato, no es posible otro. Sin el factor humano, la
tormenta, que puede ser bestial o leve, es sólo tormenta. Y si hablamos de una
tierra destinada por la meteorología ya estamos construyendo un relato e
instituyendo causas productoras. Hay que aceptar esta desolación: estamos solos
ante lo que nos pueda ocurrir, es decir, que sólo nosotros, o sólo a través
nuestro se crea el sentido de las cosas. Los momentos difíciles que han vivido
las personas afectadas, las anécdotas a la hora de efectuar los ejercicios de
salvación por parte de policías, bomberos, ejército, son lo que arroja sentido,
es decir, emotividad a lo que, de otro modo, no sería sino un transcurso de cuerpos y agua en
la memoria turbia de la tierra. ¿Nos están viendo los ángeles, los espíritus
del más allá, los extraterrestres? Estamos solos ante el súbito abismo y al mismo
tiempo, formamos la máxima presencia. Somos nuestra esperanza.
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