martes, 2 de marzo de 2021

NUEVOS AFORISMOS DE MACROBIO



Cuando descubrimos el rostro del asesino o del terrorista, nos decimos, decepcionados: ¿este es el monstruo, con esa cara? Claro, la monstruosidad se esconde en otro sitio no físico: el fondo escabroso del alma.

 

 

 

La voluptuosa espiral de los pétalos de la rosa.

 

 

La geometría facetaría el vacío hasta el infinito.

 

 

 

No es que las hormonas se  agiten por sí, indicando que estás enamorado sino que te enamoras y es entonces cuando las hormonas se vuelven locas.

 

 

Frente a la naturaleza y la historia, el hombre es el posibilitador dialéctico de la creación. Con respecto a esta misión, está solo.

 

 

Entre otras cosa, el poeta debe ser un buen productor de imágenes.

 

 

Leer formativamente es ir asumiendo la escritura de los otros convirtiéndola en estrategia descriptiva propia.

 

 

Solo merece esfuerzo describir los abismos propios: es un terreno que conocemos bien. Los momentos de felicidad apenas se describen: se viven.

 

 

La música diluye la esclavitud de la monotonía existencial, destruye las servidumbres que hieren nuestra soberanía.

 

 

Recuerdo haber vivido algo, pero no haber durado.

 

 

Para ir evolucionando victoriosamente hay que ir contando con los otros, dosificadamente.

 

 

Dios no existe si no lo propiciamos en nuestras vidas.

 

 

La libertad es la condición para alcanzar la verdad y ser felices. Por ello, no podemos hacer trampa, magia, invocando forzosamente, la intervención divina.

 

 

La música nos transforma instantáneamente sin aportar definiciones. La palabra asegura nuestro conocer, señalándolas.

 

 

La palabra, en tranquila retaguardia, asegurando nuestra huida a la libertad que lidera la música.

 

 

No parece que haya ninguna divinidad ocupándose de nosotros. Ahora bien, de vez en cuando, lo numinoso se manifiesta, aunque no sepamos qué es lo quiere de nosotros.

 

 

La divinidad nos ha arrojado al azar para que nos hagamos dignos de la recompensa de la civilización y la felicidad, doblegándolo.

 

 

Dios está fascinado con nuestros hallazgos en arte y ciencia, aunque, a veces, esté a punto de perder la paciencia ante la repetición de las estupideces.

 

 

Maritain lo dijo de un modo más brusco. Somos medios de la divinidad.

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