martes, 20 de septiembre de 2022

NO RESEÑAS

 

Susan Sontag. Diarios tempranos 1947-1964

 

El primer volumen de los diarios de Susan Sontag. Más europea que norteamericana, desando disfrutar tanto de los frutos de la inteligencia como de la sensualidad del mundo, estos diarios recogen las múltiples anotaciones de una lúcida Susan Sontag que precozmente decide enfrentarse a los grandes retos estéticos que suponen las obras de los mayores autores contemporáneos así como a las complejidades de su propia sexualidad. Conciertos, exposiciones, recitales, itinerarios por las librerías a la caza de escritores nuevos, la vida de Susan está ahíta de intelectualidad y de arte. Detesta las limitaciones y prohibiciones que imponen la religión o la vida social, y sueña con instalarse en Europa. Curiosamente, en una nota de 1958 habla de lo hipsters. También resultan interesantes las notas que revelan que a fines de los cuarenta, los universitarios solían ya consumir drogas.

 

 


Stendhal. Paseos por roma.

Ya he hablado de este libro en el blog, pero no anoté el curioso hecho de que a mitad del siglo XIX el Vaticano exhibiera en las paredes de sus esplendorosas naves, un cuadro en el que figura Safo. ¿Por qué no elogian las feministas y lésbicas este hecho? Supongo que  esto fue así, y no sé si tal cuadro continúa expuesto a día de hoy, porque en determinados momentos, en la Iglesia importó tanto o más la cultura que los asuntos de pura doctrina.

 



Nicolás Gómez Dávila. Breviario de escolios.

 

Creo que el atractivo de una figura como las de Gómez Dávila reside más en el hecho de representar a las claras posturas reaccionarias en su lluvia de aforismos que en el interés estricto de tales textos. El morbillo de Dávila está ahí, en ser un notable opositor a lo que hoy llamaríamos pensamiento políticamente correcto. De todos modos, para ser justos con Dávila, este nos ofrece en alguno de estos aforismos, brillantes sublimaciones de posturas meramente ideológicas, yendo significativamente más allá:

El hombre culto tiene el deber de ser intolerante.

Nunca hubo conflicto entre razón y fe, sino entre dos fes.

Las ideas tontas son inmortales.

Nadie que se conozca lo suficiente puede absolverse a sí mismo.

Dávila exige de las cosas, del mundo y del hombre no solo valentía intelectual sino nobleza y altura mística si se precia. Para él la verdad no se simula con estereotipos ni con apaños dialécticos.

 

 


Carlos Edmundo de Ory. Aerolitos completos.

 

Se publican aquí por primera vez todos los aerolitos - aforismos brevísimos, observaciones, dichos - que Ory escribiera en su vida. Un aforismo genial, apenas una sola línea, puede desbaratar imperios, cuestionar civilizaciones, revelar todo un mundo. Ory se dedica a exponer un matiz que satura de extrañeza la realidad, o bien, se limita a exponer las insólitas asociaciones a que se prestan las cosas a través de su existencia diaria o, también, al sorpresivo juego de  destacar aspectos insólitos de la cultura que hasta ese momento  se habían recogido, paradójicamente, en lo más obvio. Para un poeta como Ory el mundo es un festín de curiosidades y magias.

Todas las noches me muero.

Siempre he pensado que los espejos respiran.

Pascal equipara el estornudo al orgasmo.

La risa es el sexo del alma


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