En el interior de la pirámide me daban un pergamino con la clave. Con la clave ¿de qué? Eso es lo que debía solucionar. Estupefacto, prefiero mirar las nubes que se reflejan en la mesa de cristal. Quizá, si me abandono, la inercia del tiempo haga que los mismos dioses me olviden.
Adiós a los cataclismos de opereta y a los esconchados lentos de las paredes.
El tirabuzón de los acontecimientos y el plegamiento de las causalidades.
En el santuario de sus días, deshojó la rosa macilenta de las senectudes. Vestía la clámide opaca de la soledad.
Se propone un análisis semiótico de las pistas de Nazca. Los científicos que participan deciden que las figuras marcadas en el desierto son los macrográficos antropomorfizados de fórmulas algebraicas en las que está cifrada la creación del universo. Son un tipo de escritura perfecta, es decir, anónima. Eso les presta la suficiente veracidad y arcaísmo.
Sendas partes partidas.
Nadie se jactaba de que aquello pareciera una conjunción causal, pero la súbita organización de los acontecimientos construyó un palacio en el aire que el acontecimiento siguiente disolvió.
El discurrir remoto de todo lo que sucece en el presente. así se transcribe el sueño de la realiad.
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