Incidencias
atómicas definen cuerpos soberbios.
Una relación simple es la base de estructuraciones complejas.
Hay
imágenes que fascinan y desconciertan al mismo tiempo. Por ejemplo esas
miniaturas medievales, tan encantadoras y de trazo infantiloide, donde se
escenifica una batalla y se observan las cabezas decapitadas de los soldados que exhiben
una leve sonrisa.
Mientras siga pensando, seguiré afirmando mi cuerpo en el tiempo y en el espacio,
aunque lo divise con dificultad o, incluso, cuando
no lo vea.
Mi
confín: ahora: la hora voluptuosa que habito.
El
pensamiento deposita sus alumbramientos en copiosos índices secretos: los libros que retornarán con cada lectura.
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