Somos un legítimo.
No quiero el agua tan clara.
Disiento de esos preludios.
Apostando furias en vano.
La aurora era ayer la tarde
sigilosa.
Las sedes de los partidos
lucen dependencias sicalípticas.
La fama es una parte melodiosa del anagrama.
Desciende secamente de una
partida inversa.
No sabría responder a ese
brillo foráneo.
El agua de los colores fue la ingeniería de Pisístrato.
Galopar como una hebra que desdeña identificarse.
Tras la lluvia ardió de nuevo el apotegma.
De la peluquería sólo salió con medio plano marginado.
Códigos serenos.
No admitirá las medallas que
descubran bajo los cocoteros.
Se reía a horcajadas de
septiembre.
El difuso se casó con la
traducida.
Un tapiz recelando de la
mucha lástima.
Los orígenes son orbitales.
Se responderían pero las dos
son adustas memorias.
Se exhiben turbiones de
leche.
Los símiles se desgracian
sin parte médico.
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