Dos
robots besándose;
un
amanecer súbito y prodigioso en el Caribe;
Bela
Lugosi apareciéndose entre la niebla;
una
mujer que se arremanga la falda,
un
almacén que se viene abajo a cámara lenta;
el
poder de los sueños, Papa Noel arrestado,
una
vieja fachada llena de grafitis;
un
esplendoroso alumbrado público en un paisaje nevado,
una
tira de cómic,
tres chimpancés
sentados a la mesa, dispuestos a desayunar;
una
calavera que te guiña un ojo,
un
reloj cuyas agujas van a toda pastilla,
dos
boxeadores bailando, alguien que resucita;
el
mal de ojo explicado a los niños,
una
taquería anunciándose como el chupacabras;
una
filmación antigua de una mujer
haciendo
el gesto de alguien a quien le falta un tornillo;
una
mariposa fosforescente girando sobre sí misma,
un
personaje emitiendo rayos mágicos por los ojos;
un
plató de televisión misteriosamente vacío,
una
stripper danzando enloquecidamente,
la
caída de la tarde en una avenida solitaria;
unos
alemanes brindando con jarras de cerveza gigantescas,
personas
en medio del desierto,
posando
con un dinosaurio de cartón piedra detrás;
unos
carteles destrozados y viejos;
varias
personas en éxtasis en torno a una mesa de disección,
el
hombre lobo en la barbería;
un
perfil alucinante de Franz Lizst que sonríe jactándose de su aspecto;
haz algo antes de que se acabe el tiempo,
escrito en una pared,
hombres
que desfilan disfrazados de margaritas gigantes;
una
pelota que bota interminablemente,
unos
guantes que tocan un concierto para piano,
escenas
de películas japonesas de ciencia ficción,
miríadas
de pétalos de rosa;
una
hilera de espantapájaros saludando;
unos
cuencos derramados, un cuerpo que sale de otro,
inscripciones
misteriosas;
ceremonia
de entrega de premios en una imagen de 1950,
el
extrarradio de New York;
Lenin
estornudando, mi prima presa de un ataque de risa;
una
mujer tomando el sol en una terraza;
un conjunto
de reflejos sumiéndose en una masa viscosa,
manifestaciones
populosas, una Biblia que se abre sola;
unos
ojos rasgados mirándonos;
cometas
atravesando el cielo del pasado
que
quizá pueda ser, también, el del futuro;
playas
solitarias, montones de libros;
márgenes
fosforescentes simulando rostros,
un
buda que flota sobre un océano de césped quemado,
alguien
solitario que pasea bajo la lluvia;
una
habitación desaseada en una vieja polaroid;
arroyuelos
de un pueblo húngaro
sobre
los que saltan los enamorados;
la
corona del rey de Burgundia,
juegos
de canicas, lapiceros, gomas, mesas
llenas
de objetos de papelería, un protordenador de los setenta;
unas
cortinas en llamas:
el
naufragio de un barco, alguien que se quita una máscara,
un
cordero con siete patas, otro con un solo ojo;
transparencias
que sugieren el cuerpo enamorado;
Narciso
que se contempla fascinado en un estanque;
una
exposición de mandíbulas de tiburón;
una
copa metálica de la que sale una llama;
un
predicador loco llamando a la cordura;
la
belleza y la falacia del pasado;
fusilamientos
en masa,
sexo
en masa,
ataque
de risa en masa;
un
polígono de infinitos lados;
la
antimateria en una caja de galletas;
siluetas
sobre una pared;
un
hombre con un gesto pícaro en un daguerrotipo,
una
prostituta árabe con el rostro pintado de verde,
secuencias
vertiginosas de la muerte y resurrección de una estrella;
la
noche de los tiempos explosionando en la palma de mi mano;
el
dibujo infantil de un suicidio;
una
imagen melancólica de finales de siglo
del
barrio bohemio de Montmartre;
un vientre
convertido, fotográficamente,
en un
desierto de sensuales dunas,
el
antifaz de Fantomas;
los
bisontes de Altamira trotando sobre el infinito;
una
mujer semidesnuda apoyada sobre una tumba,
hojas
de otoño cubriendo la superficie de un estanque;
haces
de luz atravesando la niebla;
un
don Quijote cinematográfico
luchando
contra odres de vino a cámara rápida;
Blancanieves
leyendo a Borges,
Platón
dando un discurso desde la pantalla de un ordenador;
Ramón
Gómez de la Serna
leyendo
una conferencia desde un trapecio;
una
puerta de papel que se desliza
dando
entrada a un hombre enmascarado;
una
caja de la que sale una mano chasqueando los dedos;
dos
enamorados que se despiden en un film antiguo;
una
monja en bicicleta,
una
bola de cristal en la que se refleja un atardecer frente a un lago,
una
lluvia cayendo dentro de una habitación;
la
imagen de cientos de miles de circuitos
como
el entramado de un texto confuso e interminable;
una
banda musical tocando en el Polo Norte,
alguien
que duerme y se ven sus sueños como las tiras de un cómic;
un
dosel que se desliza, torbellinos de agua girando;
Dalí,
que para firmar un cuadro, toma carrerilla;
manuscritos
tirados por una escalera, una gotera que no para de gotear;
una
ventana oval que da al infinito, una manivela que gira sola,
la
proporción áurea, el libro de los pasajes de Benjamin,
un desfile
de locos por el jardín del manicomio, auroras boreales;
batallas
fantásticas, el mar en la noche,
tu
madre vigilando tu sueño;
las
hojas de los arboles cayendo ruidosamente;
tú
reclamando un puesto en el cosmos;
tu
casa que parece otra si entornas los ojos;
la
vigilia del tiempo,
un
rascacielos que se refleja en un charco,
el
sol cayendo lentamente por una pendiente incendiada,
Carlitos
y Snoopy, yéndose de la ciudad;
noches
de diamante,
la
sucesión de los siglos,
un
pájaro que pasa…...
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