jueves, 25 de agosto de 2022




REFRIGERIOS

 

 

El fuego se ve pero no se toca.

 

 

Peregrina al centro de ti mismo.

 

 

Yo mato por el bienestar social, decía un criminal en serio.

  

 

En el color violeta habita como un pudor noble y mágico.

 

 

Te surco a discreción.

 

 

En el apocalipsis se sabrá qué fue de tanta víctima inocente.

 

 

Yo lo sabía todo.

 





El presente tiene confluentes súbitos de otros tiempos

 

 

El único gesto todavía significativo de una excelencia real es el de haber realizado una acción noble.

 

 

El deseo sobrevive a toda sinceridad.

 

 

Ostentaba la plasticidad propicia para manipular su esencia.

 

 

El futuro de tu suspiro será la unión secreta de nuestros labios.

 

 

El calor desfigura la faz de la tierra. El frío la comprime.

 

 

El amor se desdijo y desapareció un cuerpo.

 

 

El sueño, para descansar de uno mismo.

 

 

Nos fascinan los clichés y los estereotipos en todos los órdenes de la vida.

 






Unos eligen la excitación de las drogas,  otros la orgía de la violencia, tirando tiros por ahí.  Yo necesito la embriaguez poética.

 

 

Una ola cose el agua siguiente.

 

 

En la normalidad se atisban abismos.

 

 

Del desamor regresa uno extranjero de la vida.

 

 

Estar prevenido. Pero lo metódico me cansa y aburre.

 

 

No puedo imaginar posición más nula y humillante que la del del público asistente a los concursos televisivos, limitados a aplaudir y encima cuando se lo mandan.

 

 

Con la lluvia de películas norteamericanas funcionando todos los días a través de la mayoría de los canales de televisión, la imitación europea de cualquier moda que venga de Estados Unidos y la atención exclusiva diaria a este país, estamos a esto de convertirnos en protestantes. Lo único que nos queda para resistir son las fiestas locales.

 

 

Borges dijo que Estados Unidos era un país muy raro. Lo dijo con toda franqueza. Aquí, nosotros somos tan estúpidos que vamos a importar los asesinos en serie.

 

 

Gracias a la moda homosexual hipsters de las barbas, el mundo se ha llenado de cabezas de apóstoles.



Un extraño srtiptease

No hay comentarios:

TRES DIARIOS

  TIEMPO POR VENIR Miguel Ángel Hernández   Que la lectura de una obra literaria tenga que articularse a través de la segunda person...