viernes, 3 de julio de 2020





LANG LANG.
VIRTUOSISMO CHOPINESCO A TRAVÉS DE MANOS ORIENTALES.

Pero Lang Lang no toca orientalmente, a no ser que por ello entendamos una ejecución limpia, efectiva, rápida y casi intachable. Las piezas de Chopin suenan extraordinariamente bien en las manos de este virtuoso del lejano oriente. A veces, quizá, un pelín rápido, pero no de tal manera que se produzca apelotonamiento sonoro, ininteligibilidad. Es más, algunas de las piezas más exigentes del gran compositor polaco, uno diría que no pueden sino ser interpretadas  de tal modo, rápida y deslumbrantemente.
El arte es misterioso. Decía Yuri Lotman que las grandes obras literarias, con el paso del tiempo, producen significaciones nuevas. Algo parecido me ha ocurrido a mí con la música de Chopin. Al principio, me parecía demasiado azucarado y sentimentaloide. Algo después, me sorprendieron algunas de sus piezas más extrañas y que suenan muy modernas, porque hasta el momento no las conocía. Y después, en la tercera fase de recepción chopinesca, descubrí o redescubrí el grueso de su obra pianística que me parece una de las mayores delicias sonoras para alimentar el alma. Disco recomendable, en suma, tanto por la brillantez del intérprete como por la música soberbia que escapa de este disco a penas lo ponemos a girar.  

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