GALAXINA
Aunque
deteste el término violencia de género por toda la ideología que lleva adherida
como un insufrible determinante de hechos y situaciones, reconozco que fue un
crimen de este tipo el que acabó con la vida de la actriz y modelo Dorothy Straten, en agosto del año
1980. Su exmarido la mató de un disparo al rostro.
Recientemente,
navegando por Youtube, de pronto, me apareció como súbito resultado de no sé qué
azarosas operaciones, la película Galaxina que interpretó la actriz
citada. Estos últimos días han sido bastante delicados para mí y cuando vi en
escena, en un primer plano el rostro impecable de Dorothy, conociendo yo su
tremenda historia, experimenté tal convulsión que no pude sino echarme a
llorar. Si pretendo analizar con precisión la mezcla de sentimientos y
fascinaciones que sentí al contemplar el rostro, instantáneamente, resucitado
de la chica, no me resultaría cosa fácil llevarlo a cabo. Más que llorar de
pena por la trágica suerte de la actriz, me atravesó una suerte de piedad por
todo lo que existe, por el destino que le aguarda a todas las personas, que
todo tenga tarde o temprano que morir y desaparecer. Que lo digno y lo bello tenga
que someterse a este final, me pareció algo intolerablemente doloroso. Me acordé
de familiares y amigos de mi entorno que ya dejaron de estar con nosotros, me
fijé en Dorothy, y me pareció increíble que la imagen que tan nítidamente
esplendía de su rostro lo estuviera haciendo a 44 años de distancia, que desde hace ese tiempo tal belleza
no existiera. Me sumí en unos instantes de esa fascinación indescriptible que sólo
la produce la contemplación del tiempo advirtiendo sus despliegues vertiginosos.
Reaccioné escribiendo un poema que paso aquí sin retoques y que no sé si vale
la pena, hablando desde un punto de vista estrictamente literario. Aunque, bueno,
eso da igual.
La
muerte me escandaliza y no la entiendo, no entiendo cómo puede darse y qué
sucede con todos los que han muerto, qué pasa, qué pasará con nosotros.
GALAXINA
La muerte
es imposible, Galaxina.
¿Cómo
asociar la destrucción,
La nada,
a la finura
De tu
perfil claro y rubio?
¿Cómo
asumir la disolución de las formas vivas
Ante la
sofisticación de tu rostro
Que reina
tranquilo desde su acontecer tranquilo?
Como dijo
el poeta,
La muerte
no puede tener señorío
Ante tanta
belleza,
Ante tanta
calma dignidad,
Ante la
soberanía que nos define.
No,
Galaxina, la muerte
es
imposible ante lo que somos
más allá
de toda persistencia.
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