martes, 21 de julio de 2015

CUADERNO DESENCUADERNADO






LAS ESENCIAS EQUÍVOCAS

Napoleón no era francés, era corso.

Hitler no era alemán, era austríaco.

Saladino no era ni persa ni iraquí, era kurdo.

Velázquez tenía sangre portuguesa.

El españolísimo Capricho español, fue escrito por un ruso.

El gran cantante francés, Charles Aznavour, es armenio.

El mejor fotógrafo turco, Ara Guler, es también armenio.

Y así, interminablemente.

 

 
 
 
 
 



 

TELEIMBECILIDAD

La locura de los medios es la de pretender retransmitir lo que ocurre – todo lo que ocurre – en tiempo real. Convertir el mundo en espectáculo, equivale, éticamente, a aniquilarlo. El funcionamiento de cadenas informativas que emiten las 24 horas nos sumen en el éxtasis de la realidad continua, total. La televisión se erige en la herramienta de la realidad convertida en hiperrealidad. El acontecimiento será mediático o no será. Gloriosamente, la telebasura ya no es ni entretenimiento, sino dosis de puro chisporroteo telefantasmático para el teleadicto. La perversión es la de filmar el acontecimiento en el mismísimo momento en que se produce. Idiotizante y triste la vida del “homo televisiorus” que no ha asistido toda su existencia sino a la filmación de cosas y ruidos. Recuerdo aquella cita en el diario de Mircea Eliade, cuando anota su primer encuentro con un aparato de televisión en un hotel, y escribe que, tras media hora de visionamiento de lo que estaban dando, aquello no había sumado una sola partícula crítica al conocimiento que ya tenía sobre el mundo.

 

 
 
 
 

ATUENDOS PILOSOS

Este fin de semana, observando a la gente por la calle. Proliferación de barbas, de ese tipo de barbas picudas que hace pesadas cabezas de apóstol – apóstoles en bermudas - . Ahora resulta que no son los árabes quienes llevan barba, sino los jóvenes españoles. Schopenhauer detestaba las barbas, pensaba que eran una moda bárbara, que el hombre barbudo, en vez de emitir una imagen venerable, se acercaba al mono.
En pleno verano y con la que está cayendo, me intriga observar que, del mismo modo que las mujeres árabes van tapadas de arriba abajo y no parecen sufrir gran incomodidad, o lo simulan bastante bien,  los jóvenes españoles tampoco parecen mostrar gran molestia o calor con su nueva apariencia. Cómo las normas culturales y la pasión de la moda pueden más que las meras reacciones físicas y las educan.





 

 
LIBROS DEFECTUOSOS.

Me compro un libro de artículos de Juan Benet. Cuando llego a casa me doy cuenta de que lleva 15 páginas en blanco. Es como si una extraña intrusión hubiera borrado las letras, provocando una blancura inquietante en la articulación del texto, o como si las páginas en blanco también tuvieran su razón de ser y un sentido oculto las hubiese colocado allí. Como el libro me ha costado barato lo conservo como rareza, como ejemplar, quizá, único.

Me compro El diario de Moscú, de Walter Benjamín y percibo que la que tenía que ser la página 39 se convierte, para mi espanto,  en la página 65. Como sólo falta esa página, paso de devolver el libro, pero me atormenta que, precisamente en esa página, Benjamín pudiera haber escrito su impresión más interesante del universo ruso, o anotara su confidencia más secreta del viaje.

Hace unos años me compré Locus Solus, de Raymond Rousell. Cuando estaba frente al mostrador, a punto de pagarlo, se me ocurrió abrirlo y hojearlo rápidamente, descubriendo un buen montón de páginas en blanco. Alguien que estaba a mi lado me dijo, cuando denuncié el asunto al vendedor: "no lo devuelvas, escribe ahí tú la historia". No, le repliqué, es que lo que me interesa no es lo que a mí se me ocurra sino lo que se le ocurrió, precisamente, a Raymond Rousell.

 
 
 
 
 
FRASE SORPRESIVA

Apartada de mí unos metros, mi madre me dice algo.  Yo entiendo:

No me acuerdo de morir

 



1 comentario:

MOISES CASTILLO-PERU dijo...

Estoy leyendo -y releyendo- el Ars Fragminis del colega Jose maria piñeiro, interesante ramillete de aforismos, unos poeticos, unos filosoficos y cotidianos... y otros no muy de este mundo, quien sabe. Me recuerdan mis inicios de poeta, escribiendo juicios y pensamientos de este tipo, y me invita a seguir haciendolos ya que estos nos muestran imagenes del mundo real y surreal, en forma fragmentaria, como una sala de miles de espejos o fracciones de un paisaje cubista; pero sobretodo siento q este diario y manifiesto en forma de libro es una confidencia y defensa de los trajines q nos deja el arte de concebir y escribir poesia, cual todo, cual volatilizada en poeticos sueños, deseos y añicos. AMEN, ASÍ SEA... MOISES CASTILLO FLORIAN-PERU

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